Alejandro Valverde, líder de la selección española y una de los grandes candidatos a la victoria final, cree que el "durísimo" de este domingo en Innsbruck (Austria) "no va a ser un Mundial de ataque", sino que la clave estará en "esperar y esperar hasta la parte final" de la prueba.

"Va a ser un Mundial durísimo en el que habrá que intentar guardar las máximas fuerzas posibles y tener una gran selección alrededor porque no va a ser un Mundial de ataque", dijo Valverde en declaraciones distribuidas por la Federación Española de Ciclismo.

"Vamos a tener que esperar, esperar y esperar hasta la parte final", adelantó el murciano, que acumula seis veces podios en la carrera, con dos platas y cuatro bronces pero sin ningún oro.

Valverde, en todo caso, se congratula de tener un gran equipo a su alrededor. "Tenemos una gran selección española y seguro que todos vamos a estar bien en todo momento", se animó, orgulloso de verse al frente de la selección española tras la grave lesión que la temporada pasada amenazó con acabar con su carrera.

"Para mí es un orgullo. Después de la gran lesión que tuve, volver a estar aquí rodeado de amigos y compañeros para disputar un Mundial como gran favorito o de los grandes favoritos es un honor", comentó el de Las Lumbreras.

El 'Bala' buscará el oro que le falta en un palmarés con 121 victorias, gran parte de ellas en carreras de mucho prestigio, una Vuelta a España, 20 podios entre grandes vueltas por etapas y campeonatos del mundo, y seis medallas mundialistas.

Para poner la guinda a una carrera de 17 años como profesional a la que no se le vislumbra el fin a pesar de que tiene ya ha cumplido los 38.

El corredor del Movistar contará el domingo con la ayuda del conquense Jesús Herrada (Cofidis), el mallorquín Enric Mas (Quick Step), el guipuzcoano Ion Izagirre (Bahrein-Merida), los vizcaínos Jonathan Castroviejo (Sky) y Omar Fraile (Astana), el barcelonés David de la Cruz (Sky) y el navarro Mikel Nieve (Mitchelton-Scott).

EFE